Desde el 14 de junio de 2014, la empresa Fabrical S.R.L. y su afamada marca Bizonte comenzaron a sentar sus pisadas en Bolivia, de la mano de su gerente propietario Juan Carlos Meneses.
Fabrical S.R.L. comenzó su periplo en el competitivo mercado de los calzados con botines de seguridad industrial, botines con punta de acero, punta normal y botas de combate, cuando Meneses decide dejar su empleo fijo en la fábrica de calzados Manaco-en la que trabajó 28 años- para instalar su propia fábrica.
“Tenía en mente tener mi propia una fábrica y hacer los cambios en base a mi experiencia”, rememora, a tiempo de explicar que Fabrical S.R.L está catalogada como una pequeña empresa.
Meneses señala que el mercado y clientes de Fabrical son las fábricas que dan dotación de botines de trabajo a sus obreros o trabajadores.
Diferencias que lo hacen el mejor
Según su gerente-propietario, lo que caracteriza a la empresa Fabrical S.R.L. y a su marca Bizonte, es confeccionar productos con mejoras respecto a la competencia.
En una suerte de comparación, Meneses afirma que un botín elaborado por su empresa es de cuero, con acolchando de toda la caña y plantilla DPU; en tanto de la competencia es con plantilla delgada (goma eva). “Son pequeños, pero importantes detalles para un trabajador que está 8 horas de pie; pequeños detalles que hacen la diferencia de la competencia”, asevera.
Licitaciones, la forma de sobrevivencia
Sin duda, sacar a flote y ganar con una pequeña empresa en medio de transnacionales y los productos “made in China”, es bastante difícil.
De esa forma, Fabrical S.R.L. concursa en todas las licitaciones que le son posible, tal como reconoce su gerente propietario.
“Desde que inició Fabrical, siempre ha estado en licitaciones, eso es fuerte y es lo que nos mantiene, porque ahora en la crisis, muchas empresas no están dando dotaciones a sus trabajadores; no están comprando y muchas fábricas están cerrando. Entonces, las licitaciones mantienen a muchas empresas como es el caso de nosotros”, afirma.
Meneses asegura que en el mundo de las licitaciones no existe transparencia. Afirma que “desde la implementación de un nuevo modelo de subasta, todos los oferentes ingresan al SICOES y participan en la puja; en las cuales, existe una empresa del rubro con base en Cochabamba que se adjudica todos los años las licitaciones grandes de 20.000 o 30.000 pares”.
Agrega que las pequeñas fábricas se adjudican contratos para 2.000 a 5.000 pares. “Los pequeños no podemos agarrar licitaciones grandes”, lamenta.
Al problema de las licitaciones, se suma el del contrabando, a la que Meneses considera la competencia más grande y desleal, cuyo combate debería ser la tarea primordial del gobierno, que debiera proteger a su poca industria nacional.
“No podemos competir, posiblemente solo con calidad, pero en precio nos destroza el contrabando, no solamente en mi rubro, sino en el de alimentación y ropa de vestir. Nos daña con los precios del contrabando”, finaliza.
Pese a ello, Meneses, acongojado y con un nudo en la garata concluye: “Ha valido (la pena) emprender en Bolivia . Es difícil hacer una industria en el país; pero, pese a las dificultades, seguimos avanzando, seguimos creciendo y tenemos fe en Bolivia”.
En mente, línea escolar casual
Meneses adelanta que su empresa incursionará en el futuro próximo en la confección de una línea escolar casual, para lo cual comenzaron los “primeros experimentos”.
Fiel a su actual característica, la línea escolar casual tendrá modelos confeccionados en cuero puro y planta de goma antideslizante y apta para toda superficie.