Es sin duda una de las últimas grandes figuras que los Yungas, particularmente Coripata, aportó al balompié nacional, tanto que las canchas añoran a este tipo de talentosos y aguerridos en el gramado del profesionalismo.
Escribe: Juan Carlos Mamani
En su natal Coripata, provincia nor yungueña, del departamento de La Paz, el “Bombón” Angola recordó su paso por el futbol boliviano, en el que brilló en la verde y en clubes como Bolívar, Chaco Petrolero, Jorge Wilstermann, The Strongest, San José y Mariscal Braun .
Demetrio Angola Landaveri nació en Coripata un 22 de junio de 1965 y su fútbol es recordado por quienes vivieron una de las mejores épocas del futbol nacional, cuya calidad de jugadores hacía que vestir la tricolor se convierta en el máximo logro para un jugador.
Y el Bombón lo logró y marcó dos goles en 16 apariciones entre los años 1995 y 1997.
Nací en Corpitata, un pueblo lindo y de mucha trayectoria, especialmente en materia de fútbol señala, a tiempo de recordar que hizo sus primeras armas en la plaza De la Pampa de su natal Coripata y, de vez en cuando, en el atrio de la iglesia del pueblo.
De esa época, el Bombón recuerda sus enfrentamientos en fútbol de salón contra el equipo 16 de julio de los hermanos Castillo, en los que brillaba con luz propia el fallecido Ramiro “Chocolatín” Castillo, Eloy y el pequeño Iván.
Recuerda también a sus compañeros como Seferino Ortega, Justino Guadaman, Ricardo Landaveri y la familia Ilaquita.
“No se jugaba descalzos, pero si no tenías tenis, sí o sí debías inventarte; se jugaba con Kichutes”, anota Angola.
Rumbo al profesionalismo
Demetrio Angola señala que comenzó a surgir en el fútbol a la edad de los 13 a 14 años, aunque su debut en el campeonato interyungueño, desde donde emergió a equipos de primera división, se produjo tres años después, es decir a los 17.
“Debuté en el interyungueño a los 17 en la ciudad de La Paz, donde se realizaba el campeonato, y allí fui invitado a mi primer club, Mariscal Braun, junto a Ramiro Castillo, Juan Angola y Nicolás Torrez”, afirma.
Angola tuvo el privilegio de ingresó a la Escuela Naval de Bolivia, donde egresó como suboficial, y combinar su pasión futbolera.
De esa forma, mientras proseguía sus estudios, brilló su fútbol en el club “Naval Mamoré” durante 3 años. Egresó el año 1987 y destinado en la población de Riberalta, participó en un campeonato interprovincial, tras el cual fue contratado por el club Bolívar junto a Miguel Angel Rimba.
Recuerda con aprecio al dirigente bolivarista Pacho Mariaca, quien fue el gestor de su ingreso al primer club profesional de la Liga boliviana.
Tras su paso en el club celeste, Demetrio Angola fue cedido en calidad de préstamo al equipo de la Asociación de Fútbol de La Paz, “Chaco Petrolero”, obteniendo el campeonato paceño el año 1989.
Luego de su paso por el club Chaco Petrolero, retornó a Bolívar donde recibió la oferta de jugar en del cochabambino Wilstermann. Teniendo la posibilidad de continuar en la Academia, por decisión propia prefirió emigrar a Cochabamba y defender los colores del aviador por 9 años.
En 1998 pasa a The Strongest, luego San José y Mariscal Braun. En 2002, año de su despedida, juega para Litoral de la asociación paceña.
“Me despedí del fútbol en una institución de mucha historia, fue un momento triste pero hermoso a la vez, porque el fútbol me dio tantas cosas”, afirma en alguna otra entrevista.
La Selección Nacional
Su cada vez mejor performance hizo que el “Bombón” Angola sea convocado a la Selección boliviana el año 1993. Dos años después, en la Copa América 1995, marcó uno de los más recordados goles vistiendo la verde a la selección Argentina de Batistuta, Balbo y compañía.
“Recuerdo el gol que marqué a la Argentina como uno de los mejores de mi carrera porque quedó grabado en la retina de los bolivianos”, remarca.
“Nunca fui un pecho frío, siempre hacia adelante, me gustaba encarar a los defensas, como en aquel partido contra Argentina, que lo recuerdo con orgullo”, asevera el “Bombón.
El sobrenombre de Bombón, explica Demetrio Angola, se debe a que en Cochabamba vivía en una casa que vendía chocolates.
Militar jubilado, Angola supo equilibrar el fútbol y los estudios y como muchos de sus paisanos y jugadores de su época es orgulloso de haber obtenido una profesión.
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