El pasado 24 de enero se inauguró una de las tradiciones más importante del departamento de La Paz, la Alasita.
Bolivia News presenta algunas notas publicadas hace más de 20 años en una edición conmemorativa por tan singular acontecimiento, en la revista gratuita WBar. Por constituirse en una publicación en miniatura, se entiende el carácter jocoso de los artículos publicados.
EKEKO ¿QUIEN ERES?
Lo encontré probándose su “Chiti traje” en la sastrería de Chucatiny, porque la Alpaca se volvió recara por eso de andar vistiendo a los presidentes. Estaba entre feliz y preocupado. Me acerqué para charlar con él; quería saber quién es, qué piensa, cómo está. En fin, este es el resultado del “charle”.
Rubén Carranza (RC).-Hola Ekekito, cómo estás?
Ekeko (E).- Bien no más, ustedes los periodistas siempre con sus preguntas obvias.
RC.- Es verdad, en fin. Por qué bien no más?
E.- Por la “desvirtuación” que está sufriendo “Las Alasitas”, hermanito. Te has fijado?. Cada vez parece un mercado chino, con productos “made in China” y, lo peor, de plástico. ¿Dónde están los artesanos en yeso, barro, hojalateros, panaderos, gráficos…”?. Estoy realmente preocupado.
RC.-Por qué pues existe Alasita?
E.- Por la fe y creencia de nuestro pueblo Aymara. Debes saber que existo desde tiempos inmemorables como Dios de la Abundancia, a quien acuden los seres humanos en busca de ayuda para obtener bienes materiales mediante su trabajo y esfuerzo.
RC.- Ah. Seguro debes tener más trabajo ahora que antes, no?
E.- Estás en lo cierto, antes la gente me pedía quintales de arroz, azúcar, fideo y platita boliviana.
“Aura” me exigen camiones, cholets, casas de cuatro pisos, dólares, euros, viajes a Europa y a la China. Yo me sorprendo, pero igualito les cumplo.
Si el pedido llega con fe, y el que pidió trabaja bien fuerte, yo le doy, palabra de Ekeko.
RC.-Petilindo, tú sabes que en la Alasita todo es chiquitito, esta entrevista también tiene que serlo, así que acá la acabamos.
E.- Por mi está bien, ya que tengo que ir a ver cómo está la feria, al final yo soy el anfitrión, no ve.
Los vi alejarse rápido, sorteando a los “jaspotes” para que no lo pisen. Me quedo pensando si él es todavía el único anfitrión, mientras veo muchos puestos con productos “made in China”. ¿Señal de los tiempos?
