“El arte es un maravilloso puente en el que un ser humano logra conectarse con otro ser humano desde una obra. Creo que es realmente un puente en el que puedes generar un diálogo, donde el mismo público logra encontrarse con la sensibilidad de alguien más”.
Ximena García Díaz Villamil es una artista que nació en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. Estudió diseño gráfico en la Universidad Privada de Santa Cruz (UPSA) y, hace siete años, comenzó su carrera artística. Aunque ella comenta que este camino fue intermitente, ya tuvo la oportunidad de compartir sus obras en exposiciones colectivas. La primera con las alumnas del maestro Jaime Callisaya y la segunda en conjunto a mujeres artistas; ambas exposiciones en la galería “Arte 21”de su ciudad natal.
Poco después, llegó a La Paz y, en enero de este año, gracias al apoyo de su madre y a la galería “CreArte Diseño”, realizó su primera exhibición individual denominada: “Infinita protección”, una recopilación de pinturas sobre lienzos de tela.
En “Infinita protección” se puede apreciar colores altamente contrastantes, además de componentes artísticos como mujeres, niños, flores-que representan la naturaleza y la vida- y los ojos como protagonistas en la mayoría de sus obras, que buscan reflejar el alma de los personajes y también simbolizar una mirada personal e interiorizada de la autora. “Es un diálogo muy personal conmigo misma, así que tiene mucho de mi intimidad”, confiesa Ximena.
De acuerdo con la artista, además de ser un reflejo de la vida misma vista desde una mirada interna, parte de su inspiración son los espacios que la rodean como los jardines y las flores.
En otras de sus obras, aborda la guerra entre Rusia y Ucrania, tanto que una de sus pinturas contiene la frase “Save Ukraine” (Salvar a Ucrania), sobre la figura de un niño que sostiene en una de sus manos la paloma de la paz.
“Creo que he intentado tener un diálogo con mis lienzos en blanco y he intentado darles vida a través del color; de estas formas, de estos personajes que son inventados y creo que también he intentado encontrar mucha paz interior y, a la vez, un empoderamiento”, explica la autora.
Por otra parte, Ximena García Díaz Villamil resalta que sus obras están firmadas bajo el nombre de “Ximena Bipolar”, para concientizar sobre las condiciones de salud mental y de lo importante que es buscar medios y formas de trabajar en esta, sobre todo en contextos de conflicto social y político.
Mediante sus trazos y pinceladas, Ximena escribe y comparte una historia de sentimientos que reflejan una identidad y una visión del mundo.
“El arte es un maravilloso puente en el que un ser humano logra conectarse con otro ser humano desde una obra. Creo que es realmente un puente en el que puedes generar un diálogo, donde el mismo público logra encontrarse con la sensibilidad de alguien más”, señala la artista.
