Detrás de cada prenda existe un valor sentimental para las personas, Samka se aferra a los recuerdos y a través de sus diseños reúne lo mejor de dos mundos para una solución sostenible.
Por: Daniela Cárdenas Marín
En aymara, Samka significa sueño y detrás de ese nombre está la historia de Nadia Urizacari, a quien, desde pequeña, le encantaba confeccionar ropa para sus muñecas. Después de estudiar ingeniería ambiental se reencontró con el diseño de modas y se le presentó la oportunidad de cumplir el sueño de cuando aún era niña.
Las personas, al igual que Nadia, persiguen sueños y anhelan cumplirlos algún día, durante su camino escriben historias que contemplan sus pasiones, profesiones, habilidades e intereses y Samka es un claro ejemplo de ello; un emprendimiento paceño fundado por Nadia en diciembre del 2021 con el propósito de compatibilizar dos mundos; la ingeniería ambiental y el diseño de modas, para lograr un impacto socioambiental positivo en Bolivia.
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Una solución sostenible
Nadia explica que no es un secreto que la industria textil es una de las más grandes del mundo y altamente contaminante y hoy la tendencia de las empresas textiles se ha visto influenciada por el “fast fashion”, la moda rápida, en cuya producción masiva de existen problemas sociales como la esclavitud, el trabajo infantil, la explotación laboral y la mala remuneración.
Es a raíz de estas problemáticas que Samka tiene como uno de sus objetivos principales, ofrecer prendas que sus clientes puedan vestir de una manera más consciente y solidaria con el medio ambiente y la sociedad. “Queremos que nuestra industria local, aparte de que tenga materiales sostenibles, también tenga una responsabilidad social, al momento de pagar un sueldo digno a las personas que trabajen con nosotros”, asegura Nadia.
Más allá de ser un emprendimiento sostenible, Nadia confiesa que el motivo más importante para el surgimiento de este, es el valor sentimental que las persona le damos a nuestra ropa o la de un ser querido, por lo que Samka brinda un servicio de reciclaje para convertir en esas prendas en atuendos que la gente puedan utilizar de nuevo.
“Hemos tenido clientes que nos han pedido que recuperemos camisas de sus papás, camisas de sus abuelitos, vestidos de sus abuelitas, para que ellos puedan seguirlas vistiendo”, cuenta la emprendedora.
Muchos se preguntarán ¿Cómo es posible encariñarse con la ropa y además con la que no nos pertenece? La respuesta es sencilla, porque nos evocan recuerdos y Nadia se dio cuenta de ello cuando su padre falleció el 2020 a causa del coronavirus. Su familia había decidió desechar su ropa y ella no quizo deshacerse de los recuerdos asociados a él. Tomó algunas prendas para transformarlas en prendas para ella y, de esa maner,a sentir a su papá presente.
El proceso de producción
Los diseños de Samka combinan telas recuperadas de prendas de segunda mano con textiles nuevos que por lo general son 100% algodón y de productores locales, para disminuir la importación de materia prima.
En cuanto a los textiles de segunda mano, Nadia explica que hay tres formas adquirirlos, la primera mediante los propios clientes que desean transformar su ropa y aquellos que, como parte de pago, entregan prendas sin valor sentimental. La segunda, gracias a los convenios con emprendimientos que se dedican a la venta de ropa de segunda mano y la tercera, mediante talleres de confección que entregan sus residuos textiles o prendas falladas.
Todas las prendas de segunda mano pasan por un control de calidad, el equipo de Samka lo revisa, posteriormente se da el proceso de deconstrucción y sobre la base a las piezas que se obtengan se realizan los diseños que pueden variar en colores y texturas. Una vez confeccionadas, las prendas pasan nuevamente por el control calidad para después ser distribuidas.
Samka busca innovar con sus diseños, tal como se evidencia en la combinación de texturas y estampados, ofreciendo también prendas versátiles que permiten a los clientes jugar con su estilo, desde algo más formal como un vestido hasta algo más urbano y casual como una sudadera. “La idea es que una prenda pueda durarnos mucho tiempo y se convierta en nuestra favorita y podamos utilizarla ya sea con jean, con falta o pantalón de tela”, aclara Nadia.
En Tarija y Santa Cruz
Actualmente, Samka se encuentra en una etapa de crecimiento y de posicionamiento de la marca no solo en La Paz, sino también a nivel nacional ya que está presente en las capitales de Tarija y Santa Cruz. La idea de Nadia es seguir creciendo y ampliar su oferta, para que los clientes tengan más opciones para optar por la sostenibilidad dentro de este rubro. “Sabemos que los accesorios van mucho de la mano con el tema de la ropa en sí y tal vez en un tiempo, ojalá que sea corto, podamos diversificar en accesorios”, señala la emprendedora.
Por otra parte, a mediano plazo, Nadia aspira a que Samka no solo sea una marca de ropa, sino un proyecto con talleres para enseñar a mujeres a reciclar en la industria de la moda y brindarles las herramientas necesarias para la creación de propios negocios sostenibles. Así Samka cumpliría su misión de ser un emprendimiento de impacto ambiental y también social.
Durante los últimos años, el crecimiento de la industria textil ha sido abismal y el mercado asiático jugó un papel importante en esto. Sin embargo, aún en Bolivia existen personas como Nadia que apuestan por la moda sostenible y el mercado local. “Cuando nosotros adquirimos una prenda debemos pensar quién está detrás de ella, cuánto realmente ha valido esa prenda, porque hoy en día vemos un montón de ropa, sabemos que podemos encontrar ropa por todo lado, solamente hay que ser un poco más conscientes”, argumenta Nadia.
Si desea adquirir una prenda Samka o darle una segunda vida a su ropa puede escribir al número de WhatsApp +591 67162474, contactarse a través de sus redes sociales: Facebook, Instagram y TikTok o visitar las tiendas donde Samka ofrece sus productos; en La Paz, tienda “Altar Bolivia”, en la Av. Montenegro Plaza Kantuta (detrás de Casa Ideas); en Tarija, tienda “Agárrate Catalina”, frente a la plazuela Uriondo, Sevilla 588 Tarija y en Santa Cruz en el showroom “The box”.