El nombre es un homenaje a abuelos de Alejandra Escobar; Florentino y Ana, a quienes ella y su familia se referían como “Los Florentinos”.
El espíritu emprendedor de muchas personas demuestra que nunca es tarde para tomar una decisión que cambie el rumbo de su historia. Este es el caso de Alejandra Escobar, una abogada de 28 años que, a raíz de una vivencia personal, decidió cumplir su sueño de crear “Florentinos”.
Por Daniela Cárdenas Marín
Qué es Florentinos
“Florentinos” es una boutique de vestidos y accesorios para damas que ofrece un asesoramiento personalizado a sus clientas. “En Florentinos tenemos un lema y es que tú te sientas segura de ti misma, que te sientas cómoda con lo que vas a lucir, que sea un atuendo que le quede bien a tu cuerpo y como obviamente todas las mujeres son hermosas, con el asesoramiento que nosotros les brindamos en la tienda, puedan resaltar esos atributos que tienen”, asegura Alejandra.
Para Alejandra, “Florentinos” es un sueño hecho realidad que, desde el nombre, refleja lo importante y lo mucho que significa para ella.
El deseo de tener algo propio
Detrás de cada emprendimiento hay una historia y en el caso de Alejandra Escobar Lazarte, su espíritu emprendedor la acompaña desde hace mucho, “desde pequeña siempre tenía la intención de vender las cosas, por ejemplo, cuando estaba en el colegio siempre tenía uno que otro emprendimiento”, recuerda.
Tras concluir sus estudios en Derecho, Alejandra ejerció su profesión tanto en el ámbito público como privado; sin embargo el deseo de crear algo propio se mantuvo hasta el 2018, cuando nace la idea de crear “Florentinos”, misma que recién se materializa en diciembre del 2019, con la ayuda de su señora madre, en la tradicional zona paceña de Miraflores.
“He estudiado derecho, soy abogada, pero sentí que necesitaba algo más en mi vida y eso era emprender con un negocio, trabajar para mí misma, trabajar para mis sueños, hacer crecer mis sueños y también fortalecer el liderazgo que tiene que tener una persona cuando decide emprender”, explica la propietaria de “Florentinos”.
Al inicio, Alejandra continuó trabajando como abogada y paralelamente en su emprendimiento debido a que el futuro de “Florentinos” era incierto; sin embargo, el negocio prosperó y toma la decisión de renunciar a su trabajo fijo. En la actualidad, se dedica a administrar “Florentinos” y a dar parte su tiempo a trabajar “ad honorem” en una organización internacional que vela por los derechos de la niñez y adolescencia.
Buscar soluciones
“Florentinos” vende y alquila vestidos en una variedad de tallas, modelos y colores y sus clientas también pueden optar por la confección de los modelos disponibles en el catálogo de la boutique
La idea nace cuando Alejandra analiza que la compra de un vestido es costoso y que en muchas ocasiones, se lo usa sólo una vez en la vida, por ejemplo en una graduación.
A ello se suma el hecho de que la industria de la moda es una de las más contaminantes, puesto que actualmente, para la confección de un vestido se requieren 11 mil litros de agua, “imagínense fabricar un vestido, consumir 11 mil litros de agua y sea un vestido que sea utilizado solamente una vez y luego esté guardado en el ropero”, argumenta Alejandra.
Entonces, a raíz de su experiencia propia y la preocupación por el medio ambiente, surge Florentinos para ofrecer vestidos en una variedad de tallas, modelos y colores para el público femenino.
Las adversidades
“Florentinos”, como la gran mayoría de negocios sorteó diferentes adversidades para lograr persistir en el rubro.
La inauguración de la boutique, en 2019, coincidió con los problemas sociopolíticos del país que se vivían a finales de ese año, lo cual no fue impedimento para continuar; sin embargo, meses después, la pandemia de COVID 19 obligó a cerrar temporalmente a “Florentinos”.
Para hacer frente a las consecuencias de la pandemia, Alejandra junto a su hermana (actual socia), buscaron alternativas para continuar con su proyecto y decidieron importar productos para realizar ejercicios físicos en casa, dada la cuarentena que obligó a refugiarse en casa.
Superada la pandemia, “Florentinos”, antes de su retorno al mundo de los vestidos y accesorios femeninos, incursionó también a la importación de llaveros de defensa personal lo que les ayudó a mantenerlos en el mercado paceño.
En Tarija
“Florentinos” creció y el año 2022, previo estudio de mercado, decidió abrir sus puertas en la ciudad de Tarija.
Fue un proceso de adaptación para el negocio porque “obviamente cada departamento tiene sus diferentes gustos, entonces también nos hemos tenido que adaptar el público de Tarija ya que las paceñas tiene otro tipo de gustos en vestimenta”, explica.
El camino de la emprendedora
Para Alejandra Escobar, el camino como emprendedora implicó la búsqueda de proveedores, lugares físicos donde establecer su emprendimiento, organizar sus tiempos, pero lo que ayudó a potenciar su negocio, según indica, fueron las redes sociales, en las cuales continuamente genera contenido para dar a conocer la tienda y los productos que ofrece.
“Mostrar tu negocio tal como es, con sus errores y aciertos, es algo que el público valora mucho en redes sociales”, señala la emprendedora.
Emprender en muchas ocasiones significa un riesgo, y así define Alejandra a esta experiencia, puesto que prefirió trabajar por sus sueños y dejar de lado su profesión.
“Sin riesgos no tienes éxitos, no sabes lo que es el sabor de un triunfo y también de los fracasos. Los fracasos son los maestros más importantes de la vida, te enseñan bastante (…) y te incentivan a ser mejor y a tener más sueños”, explica.
Hasta el día de hoy, Florentinos ha logrado establecerse en dos ciudades importantes de Bolivia y en un futuro Alejandra y su socia esperan poder abrir una nueva sucursal, además de tener una propia marca de vestidos bajo el mismo concepto sustentable que maneja su boutique, para así consolidarla como una marca referente a nivel nacional.
Si deseas adquirir un vestido de Florentinos puedes contactarte al +591 65607588, o puedes visitar sus sucursales:
- La Paz: Calle Posnansky entre Saavedra y Pinilla. Frente al edificio Madre Selva. Zona Miraflores.
- Tarija: Calle Ingavi entre Mendez y Santa Cruz. Centro comercial Guadalquivir local # 17.