Daniel Loza y su historia de amor sobre las tablas

“El teatro ha rescatado a ese niño que antes jugaba con sus soldaditos y sus carritos, y tenía imaginación de poder jugar y crear solo, lo ha rescatado y lo ha convertido en la persona que siempre debió ser…” (Daniel Loza Ramallo)

Escrito por: Daniela Cárdenas Marín

En la sala de ensayos que ambientó en su propia casa, Daniel Loza recibió a Bolivia News para contar su historia dentro del mundo artístico. Comunicador social, apasionado por el teatro, actor y director, Loza se ha convertido en gestor cultural y se ha formado profesionalmente como pedagogo teatral.

El primer acercamiento de Daniel con las artes escénicas fue durante su época escolar en las obras de curso y las horas cívicas; sin embargo, aún no tenía idea de lo que le deparaba el destino.

“Como niño no sabía que ese iba a ser mi camino, no pretendía que eso fuera a ser importante en mi vida; fui creciendo y encontré algunos talleres de teatro muy elementales y básicos que me permitieron conocer este mundo artístico; pero tampoco era suficiente”, cuenta.

Después de graduarse del colegio, Daniel estudió Comunicación Social y durante este tiempo se reencontró con la actuación desde el enfoque de la producción audiovisual como una forma de generar pensamientos, comunicar y entretener.

El teatro como parte de su vida

Desde el año 2006, el teatro se convirtió en parte importante de la vida de Daniel, tras buscar un equilibrio entre su trabajo y las artes escénicas. El enfoque que le enseñó su carrera universitaria no era suficiente para lo que él quería lograr, le hacía falta la parte teatral.

“Investigando tuve la suerte de encontrar un curso, que solo se hizo una vez, que fue en convenio de la Escuela Nacional de Teatro y la Escuela Municipal de Arte aquí en La Paz, duró un año, un año de profesionalización interpretativa, de dramaturgia y dirección; ahí sí me dieron las herramientas necesarias y pude entender lo que era el teatro en toda su magnitud”, explica Loza.

El taller marcó un antes y un después en la vida artística de Daniel, puesto que conoció a personas especializadas en teatro y a elencos de larga trayectoria de quienes adquirió gran parte de su conocimiento como profesional, lo que permitió forjar su camino en base a dos corrientes teatrales

La primera corriente involucra a las obras fantásticas, aquellas más familiares con un lenguaje sencillo que le permite al público involucrarse más en la trama al momento de ver la obra; la otra corriente, es el “teatro de autor” que requiere una formación más profesional del actor para poder transmitir sentimientos más complejos.

Aproximadamente hace 7 años (2016) que Daniel se dedica exclusivamente al teatro cumpliendo distintas funciones. Actualmente trabaja en el espacio cultural “Casa Grito” como gestor cultural y forma parte de elencos como actor y director, uno de ellos es el elenco de la compañía de teatro “Fanart”, en la que también ha incursionado como maestro de las artes escénicas gracias a su formación con profesional de la pedagogía artísticas en un taller que cursó durante la pandemia.

“El arte es una necesidad humana, (…) nuestra pedagogía se enfoca en eso, que al alumno le guste explorar, experimentar y se puedan descubrir, porque una de las cosas que te da el teatro, más allá de transformarte en actor, te ayuda a descubrirte a ti mismo, en tus debilidades y fortalezas (…) el arte te libera en ese sentido y eso es en lo que tratamos de enfocar nuestra pedagogía”, expresa el artista.

La compañía de teatro “Fanart”

La compañía de teatro “Fanart” surge por la iniciativa de un grupo de apasionados por el teatro de querer llevar “La Bella y la Bestia” a las tablas el año 2009. Uno de ellos era Daniel, quien recuerda que al principio, el proyecto no nació con la idea de ser un elenco oficial y menos con ser una compañía; pero después de varias funciones fue tomando forma y se estableció como elenco como “Fanart”.

Daniel lo bautizó bajo el nombre “Fanart” porque hacía alusión a lo que creaban como elenco, fantasía en arte teatral, caracterizado por tener un estilo más familiar y de fácil comprensión, permitiéndole al público comprometerse más con la trama y acercándolos al arte escénico.

Al principio. el director del elenco era Fernando Ayala, quien decidió dejar el proyecto, y Daniel en su deseo de continuar con el teatro, asumió el rol director de la compañía, lo cual le abrió la puerta a un mar de posibilidades para trabajar con otras instituciones y también significó un crecimiento profesional como artista y posteriormente como pedagogo.

“Fanart siempre se ha caracterizado por abrirle las puertas a cualquiera que quiera hacer teatro, que tenga la necesidad y el ímpetu de querer experimentar el arte”, destaca Loza.

El desarrollo de las obras

El desarrollo de las obras depende de su estilo, en el caso de las obras de adaptación primero se busca mantener la temática y esencia de la producción original puesto que el público al ya conocer la trama, espera lo mismo desde un enfoque teatral.

Daniel cuenta su experiencia con la adaptación de “Los Piratas del Caribe”, en la obtuvo el papel protagónico de Jack Sparrow y durante la primera temporada contaron Luis Severich, actor del elenco Santallazos, interpretando al Capitán Barbosa.

A pesar de significar un reto por la escenografía del mar, los barcos y el vestuario, lograron producirla gracias al trabajo de todo el elenco. “Algo que aprendí de mi director es que uno no solo tiene que ser actor, también tiene que saber coser, pintar, ser carpintero, ser electricista porque si no como actor vas a requerir de muchas personas”, cuenta Loza.

Si bien contar con un elenco grande hace que la producción de escenografía y vestuario se acelere, el actor explica que lo que más complicado en estos casos es coordinar horarios para ensayar entre todo el equipo, algo que no sucede en las “obras de autor” que el elenco es más reducido.

Además, una vez presentada la obra, muchos de los actores ya tienen otros proyectos programados, lo que les impide continuar con el elenco, es por ese motivo que una vez presentadas, muchas de las obras tienen que esperar un año para reunir a todo el reparto y retomarla.

Obras presentadas

“La Bella y la Bestia”, “Los Piratas del Caribe”, “La momia”, “Encantada” y “El Joven Frankenstein”, son algunas de las obras icónicas que “Fanart” ha llevado a las tablas de Casa Grito, del Teatro de Cámara, Teatro 6 de agosto y la Casa de la Cultura Modesta Sanjinés.

El 2019 llevaron “El joven Frankenstein” a la ciudad de Potosí y se presentaron en el teatro Modesto Omiste Tinajeros donde tuvieron una recepción del público que les impulsó a llevar sus obras más partes del país, lamentablemente este objetivo fue truncado por la pandemia.

“Pero algo lindo del teatro es que te brinda inicios, te hace comenzar de nuevo; al retomar la normalidad (después de la cuarentena) yo estuve trabajando en otras obras con otros elencos y no tenía la idea de retomar la obra de Frankenstein”, explica actor.

El 2022, Facebook le recordó a Daniel el cuarto aniversario de “El joven Frankenstein”, él lo compartió en sus redes sociales y los protagonistas del elenco original le escribieron para impulsar de nuevo la obra, fue así que decidieron retomarla en marzo de este año (2023).

En cuanto a las “obras de autor” Loza ha sido parte de “Ala de Vampiro” una adaptación de la de Sax Rohmer que juega con el misticismo de los personajes, también dirigió “El bosque” una producción de terror que narra la historia de una pareja en el bosque y como uno de ellos es poseído por un espíritu. Actualmente, se encuentra trabajando en monólogo título “Julio Cesar” en la que, según Daniel, está explotando todo su potencial como artista.

El recorrido y la recepción del público

Daniel describe el recorrido y recepción del público como “difícil e impredecible”; por una parte, fue difícil llegar a muchas personas, al principio el artista invertía el dinero de su trabajo como comunicador en publicidad para sus obras; sin embargo, el retorno de la inversión no alcanzaba para pagar la producción de la obra y la remuneración de los actores por lo que hubo un momento en el que Daniel ya no tenía dinero para cubrir los gastos de las obras.

Sin embargo, el teatro no permitió que Daniel lo dejara; empezaron a llegar empresas que ya habían visto su trabajo como actor y director, y contrataron a su elenco para presentarse eventos especializados como las ferias del libro y en espacios recreativos como los parques, de esa manera comprendió que el arte escénico podía recrearse en cualquier parte sin importar el número de personas.

El elegido

“Yo pienso que tú no eliges hacer arte, el arte te elige y estoy convencido de que cuando te elige, ya nunca más te va a soltar y yo he sido uno de los privilegiados a los que el teatro ha elegido porque he habido muchas veces en las que he querido dejar el teatro y dedicarme a mi profesión, pero he sido rescatado”, declara el actor.

Daniel asegura que el teatro rescató al niño que un día fue, aquel que jugaba, soñaba y que decidió tomar otro camino temporalmente hasta reencontrarse con su verdadera pasión.

 “El teatro ha rescatado a ese niño que antes jugaba con sus soldaditos y sus carritos, y tenía imaginación de poder jugar y crear solo, lo ha rescatado y lo ha convertido en la persona que siempre debió ser, me ha dado la oportunidad de realmente ser yo (…) me dio esta sensibilidad de ser consciente de que hay que generar cosas no por uno mismo sino por la comunidad y por la sociedad”, explica.

En el ámbito profesional además de aprender como actor y directo, el teatro le ha dado la oportunidad de involucrarse en la pedagogía, un área en el que nunca imaginó estar implicado, que le ha permitido crecer en el mundo teatral y aportar a la sociedad desde otro rol artístico.

Democratizar el teatro

Este año, Daniel ha decidido democratizar el teatro genuinamente, es decir, llevar el teatro al público, buscar espacios culturales alternativos para que las personas tengan más posibilidades de consumir arte escénico, en ese sentido hasta junio estará con “El Joven Frankenstein” en las zonas estratégicas de Miraflores, en “Artestudio” y “La Cueva de Cuenta Cuentos”; El Tejar, en el espacio cultural “El Rincón de Mamá Julia” y San Miguel en “Casa Grito”.

“Creo que es una responsabilidad nuestra como artistas el generar nuestras propias aperturas y no depender de la alcandía o del gobierno (…) esas son solo excusas para nosotros, nosotros tenemos que generar actividades para que el público pueda ver arte”, señala Loza.

También tiene planeado estar en las tablas del interior del país y revela ya tener acuerdos con los departamentos de Potosí, Sucre y Santa Cruz para futuras presentaciones durante el año. Así mismo, tiene en puerta retomar la obra “El Astronauta” que se estrenó en octubre del 2022 y que tuvo trabajando junto a Erika Andia y la compañía latinoamericana “Maracaracol Teatro”.

Además de presentar su monólogo “Julio César”, Daniel se encuentra enfrascado  en la creación de una nueva “obra de autor”, cuya trama estará enfocada en el hecho históricos de la Guerra del Pacífico desde la perspectiva de dos mujeres.

Como gestor cultural, tiene pensado habilitar oficialmente la sala de ensayos de su casa para compartir sus conocimientos con los jóvenes y adolescentes de su zona y abriles las puertas a las artes escénicas para que puedan descubrirse como personas.

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