“… Creo que las artes nos eligen, son esa deidad latente en nosotros, es lo que nos permite crear y compartir de formas directas e indirectas con otras personas, con otros actores, con el público…”. Gino Ostuni.
Escrito por: Daniela Cárdenas Marín
Gino Ostuni es actor, dramaturgo, director de teatro y músico apasionado por las artes escénicas. A lo largo de su trayectoria artística se ha formado como actor y director, lo que le ha permitido consolidar su proyecto teatral “Khimaira”; durante este camino lo ha acompañado la música y ha formado su propia banda llamada “Kaura”.
Su primer acercamiento con el teatro
El primer acercamiento de Gino con las artes escénicas fue cuando él aún estaba en colegio. Gino cursaba su penúltimo año escolar, la pre promoción, y recuerda que su colegio tenía horarios por la mañana, un receso a medio día y las clases se retomaba por la tarde. Un sistema que les permitía a los estudiantes ir a sus casas a almorzar para después retornar al establecimiento educativo.
Sin embargo, Gino en ese entonces vivía en Sopocachi y su colegio estaba ubicado en la zona sur paceña, por lo que ir y volver de su casa implicaba un viaje y horas perdidas para él. De ese modo, decidió pasar sus horas de receso en el colegio realizado actividades extracurriculares, las cuales confiesa que no le gustaban mucho, pero prefería eso a regresar a su casa.
Un día en que Gino no tenía ninguna actividad por realizar en su hora de almuerzo, se encontró con uno de sus amigos que se dirigía al auditorio de su colegio; le preguntó a dónde se dirigía y su amigo le respondió: “Cabanaches”. Gino no sabía que así se llamaba el elenco de teatro de su colegio y su amigo lo invitó a acompañarlo. Los recuerdos de ese día quedarán para siempre en la memoria de Gino, pues fue el inicio de una gran historia.
Cuando entró al auditorio, sus compañeros empezaron a hacer ejercicios teatrales; Gino se limitó a observar, pero le parecía divertido. Empezó a asistir a los talleres y fue liberador para él, pues recuerda ser una adolescente introvertido y tímido. Se involucró tanto en su nuevo grupo que terminó formando parte del elenco oficial y consiguió el papel protagónico de la obra de fin año. Confiesa que era un mundo completamente nuevo que estaba descubriendo, ya que antes no había tenido acercamientos al arte o a actividades culturales.
Sus amigos lo motivaron a continuar por este nuevo camino. Recuerda con cariño a una amiga que le prestaba libros y a otro amigo que le compartió otra visión del mundo musical; con estos conocimientos, Gino complementaba el proceso de descubrir las artes.
En 2006, su año de promoción, seguía en el elenco de su colegio y motivado por aprender más, buscó talleres de teatro externos. El primero taller que tomó fuera de su colegio fue el de la Universidad Privada Boliviana (UPB), dirigido por Eduardo Calla en ese entonces. “Eduardo Calla es una figura muy importante en mi vida porque ha sido mi primer contacto con el teatro, además con el teatro contemporáneo”, reconoce el artista a tiempo de destacar que ahí encontró un lugar en el que se sentía seguro.
Por motivos personales, el 2007, Gino se mudó a Cochabamba. Recuerda que ese año no fue muy bueno para él, pero el teatro fue aquello positivo que lo hacía sentir bien. Gino estaba triste por dejar el taller de teatro de la UPB de La Paz, pero Eduardo Calla lo contactó con Claudia Eid, la directora del taller de la UPB de Cochabamba. Ella es la primera persona a la cual Gino se atreve a llamar maestra.
“En ese momento personal de mi vida no la pasaba muy bien, realmente mi año en Cochabamba fue muy duro, uno de los más feos que he tenido según recuerdo, pero lo que me mantenía siempre en pie y hasta la fecha es lo que me mantiene en pie en momentos difíciles, ha sido siempre el arte. Yo esperaba mis talleres de teatro con Claudia y ahí conocí gente interesante”, cuenta. Con Claudia aprendió muchas cosas que le ayudaron a crecer como artista y se dio cuenta de que quería dedicarse al teatro. “Me di cuenta en el taller, con Claudia, que eso era lo que quería hacer. Si bien en el colegio, cuando salí bachiller, en el anuario decía que quería estudiar teatro y/o música y de hobby estudiar física, me quedó claro que quería ser artista”, confiesa
Su viaje a Madrid
En 2008 viajó a Madrid y vivió durante un año allí, recuerda la experiencia como diferente porque no conocía a nadie. Gino quería estudiar en la “Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid” y averiguó sobre el examen de admisión; en ese momento se dio cuenta del desfaz teórico/académico de las artes en comparación a Bolivia ya que parte de la prueba requería el análisis de textos dramáticos del ciclo de oro y contemporáneos y Gino no tenía vasto conocimiento al respecto.
De este modo, se propuso estudiar e investigar sobre la teoría del teatro, trabajaba y estudiaba a la vez, iba a las bibliotecas públicas y leía libros completos, aprendió sobre corrientes, estilos y autores, sistematizó su aprendizaje para poder dar la prueba de admisión; sin embargo, por cuestión de tiempo tuvo que regresar a Bolivia y no pudo postularse. Aun así, confía en que hubiera logrado entrar porque estudió bastante.
Retorno a Bolivia
Regresó a Bolivia en 2009 y retomó los talleres teatrales, conoció a varios actores y directores en este camino, como David Mondaca, Daniel González Gómez-Acebo, María Teresa Dal Pero y se reencontró con Eduardo Calla. Comenzó a formar parte de la comunidad teatral “IMÁKINA” donde aprendió a gestionar producciones.
Durante ese año conoció a Mario Aguirre, a quien lo recuerda con mucho cariño y lo reconoce como su segundo maestro en su carrera artística por todo lo que le enseñó. “Una vez más comprendí que un gran artista está acompañado de un altísimo grado de humildad”, explica, pues para Gino el título de maestro debe ser otorgado y Mario Aguirre se lo ganó. “Hay directores que se hacen llamar maestros, para mí eso ya es un parámetro para decir: no eres tan maestro si te haces llamar maestro”, añade.
Participó en varios talleres del Festival Internacional de Teatro de La Paz (FITAZ), en el que Maritza Wilde se encargaba de organizar talleres con profesiones bolivianos y extranjeros. Reconoce que Maritza siempre fue generosa con él y le ayudó en algunas oportunidades con becas para poder tomar los talleres del festival. Allí comenzó a dirigir en un taller del director Marcos Malavia.
A la fecha, Gino considera que, si bien no pudo estudiar en una academia de teatro, su formación ha sido constante y complementaria. Ha conocido a varios profesionales del área y de todos rescata algo aprendido para su carrera artística.
Sus comienzos en la escritura y dirección
Mientras su formación continuaba, empezó a trabajar en obras propias; la primera “Breve aquelarre” que antes de ser presentada, se la enseñó a Mario Aguirre quien el comentó que más que una obra teatral parecía el guion de un sketch largo, estas palabras motivaron a Gino a seguir trabajando y puliendo su creación.
El año 2011 marcó la fundación de Teatro Khimaira con la presentación de “Breve aquelarre” en el espacio artístico “El Bunker”. Teatro Khimaira es la creación de Gino para producir e interpretar obras de teatro, no cuenta con un elenco oficial pues han pasado varios artistas por esta en diferentes ocasiones dirigidos por Gino.
Gino comenzó a dirigir el elenco del colegio donde estudió y cree que fue una experiencia que le permitió crecer y poner en práctica toda la teoría aprendida en España. “Era súper lindo ver el crecimiento de mis estudiantes, ver mi crecimiento como director, aplicando a obras profesionales en el teatro Khimaira y de repente el esfuerzo empezó a dar frutos (…) empezaron a llegar los reconocimiento y menciones”, explica.
Desde su primera producción hasta la fecha, Gino no ha dejado de crear y llevar a cabo proyectos artísticos, exceptuando el 2020, año en que debido a la cuarentena rígida no se realizaron presentaciones teatrales. Y si bien Khimaira realizó obras en modalidad híbrida, es decir obras teatrales grabas, a Gino no le terminó de convencer la idea de involucrarse en el mundo audiovisual.
Obras referentes de Ostuni
Entre las obras referentes de Gino y a las que les tiene mucho cariño se puede mencionar a “Breve aquelarre”, su primera obra, que significó una reinvención de él como escritor y director, pues pasó de ser considerada un “sketch largo” a una obra de teatro con la cual abordó la temática metafóricamente de como el recuerdo de alguien amado puede llegar a hacernos daño, pero cómo a la vez no queremos deshacernos de ese recuerdo.
“Ruleta FM” es otra de las obras favoritas de Ostuni y se centra en cómo la rutina termina “matándonos”; tuvo la oportunidad de presentarla con los elencos de “IMÁKINA” y “Casa grito”, ambas las recuerda como experiencias fascinantes. Su obra cómica “Las horas vagabundas” también ocupa un lugar privilegiado en su lista de obras.
Finalmente, “Julio César” fue su última producción estrenada en compañía del actor Daniel Loza. “(Julio César) Ha sido una obra muy catártica para mí, porque decidí escribir desde un lugar profundamente sincero y si bien es una metáfora entre un pintor y la figura histórica de Julio Cesar, la obra la he creado después de un proceso de profunda depresión en mi vida por muchas cosas que pasaron”, revela Ostuni y confiesa que, en un principio no le terminó de convencer lo escrito, pero se enamoró de la obra al durante el montaje de la misma.
Las temáticas que aborda en sus obras, por lo general, se inspiran en el sentir y la percepción de Gino y a lo largo de estos años ha logrado a comprendido que al teatro como una forma de conectar con el público. “El teatro tiene que ver con cómo desde el arte se conecta ese sentido humano, cómo los humanos se conectan a través de las emociones, de sus espíritus, de sus corazones latiendo, de esas vivencias del día a día, porque todos hemos sentido tristeza, amor, enojo, alegría, dicha (…) es lo que nos conecta, lo que genera empatía”, expone.
La música en su vida
Gino considera que la música en su vida es un arte casi tan determinante como el teatro. Llegó a explorar el mundo musical a profundidad cuando aún estaba en colegio, gracias a un amigo. Empezó a disfrutar mucho la música y ahora se considera un “melómano”, es decir tiene una manía por escuchar melodías, siempre.
“Para mí escuchar música me ha dado un entendimiento más amplio de las artes y se ha vuelto algo muy importante para mí, en mi vida, no paso un día sin escuchar música”, revela.
En su momento intentó estudiar música en el Conservatorio, pero ya había cumplido con la edad límite para ser estudiante. Se matriculó en la carrera de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), en La Paz, pero no le gustó la parte académica y dejó la carrera.
Durante mucho tiempo creyó que se limitaría a disfrutar de la música como oyente, pero formó su primer dúo de trova, tiempo después comenzó a componer sus propias canciones y a inicios del año 2020 formó la banda “Kaura”, cuyas composiciones se inspiran en el gusto que Gino tiene por la “onda pagana” y las culturas pre cristianas, en especial la cultura nórdica vinkinga, es así que denominaron al género de sus producciones como “neofolk pagano”.
Uno de los grandes referentes de Kaura es la banda “Highlord”, que se caracteriza por la percusión con escudos y lanzas. Los integrantes maquillados y la puesta en escena se complementan para simular un ritual y Gino quería hacer algo similar a este concepto con su banda.
“Kaura se ha vuelto como un eje de exploración artística, similar a Khimaira, en el sentido de que empiezan a intervenir varias artes, pero con el concepto mucho más cerrado en la sacralidad, lo ritual de las artes y sobre todo de la música”, explica Gino.
Proyectos contemplados
Gino, constantemente, tiene proyectos en mente para llevar a cabo, confiesa que a veces le falta tiempo para realizarlos todos.
En el ámbito teatral, por el momento está enfocado en la formación de futuros artistas, su deseo es realizar más talleres e incentivar a que haya más elencos emergentes. También tiene pensado interpretar un monólogo de su autoría que se encuentra en proceso de escritura; por otra parte, tiene como objetivo poner en escena “Psicosis 4.48” de Sarah Kane, “Macbeth” de Shakespeare y “Bodas de sangre” de Federico García Lorca. Espera que sea más pronto que tarde.
En cuanto a la música, en Kaura siempre está la idea de componer más producciones musicales, realizar más conciertos, cada vez más creativos, con fuego, bombos y ensambles más grandes. De igual manera aspira a poder grabar un segundo disco y llevar su música a más partes del país.
Mensaje final
El teatro y la música le han permito a Gino sentir desde el arte, lo han conmovido y hasta la fecha han guiado su camino. Confiesa que, si bien el camino de una artista no es fácil, el trabajo y los resultados son gratificantes.
“A veces siento que es un privilegio ser artista, para mí es el eje de humildad que trato de siempre mantener en lo posible, porque al final somos servidores del arte, creo que las artes nos eligen, son esa deidad latente en nosotros, es lo que nos permite crear y compartir de formas directas e indirectas con otras personas, con otros actores, con el público (…) de repente la humanidad se vincula de otra forma desde un lugar más profundo y sincero”, explica Gino.
Finalmente invita a las personas que sienten el llamado a responderlo, cree importante saber vencer los miedos a crear y al qué dirán. “Si sienten el llamado siempre respondan, porque las artes no nos eligen aleatoriamente, es por eso que es un privilegio ser artista y un acto de profunda humildad y entrega”, finaliza
Facebook de Khimaira: https://www.facebook.com/teatro.khimaira
Canal de YouTube de Kaura: https://www.youtube.com/@kauraband9989
Facebook de Kaura: https://www.facebook.com/profile.php?id=100064730171322