Kururu, cuatro emprendimientos en una marca eco-infantil.

“Kururu”, es el proyecto de cuatro mujeres emprendedoras que unieron fuerzas para crecer dentro del mercado de juguetes y accesorios infantiles, con una filosofía ecológica y educativa.

Escrito por: Daniela Cárdenas Marín

El leve aroma a pino ambienta un salón con estantes llenos de juguetes, ropa y artículos que todo niño y niña desearían tener en su habitación; “Kururu” es un lugar mágico que te permite conectar con tu niño interior.

Cecilia Velasco, Brenda Negrete, Paula Flores y Elena Manzanares son cuatro mujeres, madres y emprendedoras que trabajaron en equipo para hacer realidad “Kururu”, actuales socias y fundadoras de este encantador emprendimiento que cautiva cada día más a las madres y padres de familia, pero sobre todo a los más pequeños de la casa.

Historia

“Kururu” nació el 6 de agosto del año 2020 como un emprendimiento conformado por las cuatro marcas de las socias; el motivo principal de esta unión fue que compartía una filosofía ecológica y educativa enfocada en los niños.

Cecilia Velasco es la fundadora de “Home Made”, un emprendimiento que ofrece una variedad de muebles y juegos educativos hechos de madera; “Alouette” de Brenda Negrete se especializa en la producción de juguetes y ropa fabricados con textiles naturales; “Amigos de Sofía” es el emprendimiento de Paula Flores, quien trabaja con la técnica del tejido a crochet y elabora peluches y accesorios encantadores para los más pequeños; finalmente “Apple Juice” de Elena Manzanares se enfoca en la línea de ropa y accesorios para bebés.

Cecilia, Brenda, Paula y Elena son madres e incursionaron en el mundo del emprendimiento cada una por su cuenta, pero sus caminos se juntaron en la búsqueda de nuevas opciones de productos similares a los que ellas ofrecían, para sus hijos. Al ofrecer productos dirigidos al mismo público meta, coincidieron en repetidas oportunidades en ferias y fue así que entablaron una relación.

Brenda cuenta que vieron potencial en cada uno de los emprendimientos y en vez de iniciar una competencia, decidieron apoyarse y potenciar sus marcas juntas, de esa manera crearon “Kururu”, una tienda de productos infantiles con el fin de tener presencia física con las cuatro marcas que lo conforman.

“Todas nos hemos dado cuenta que juntas somos más fuertes; cada una de nosotras tenía la iniciativa de poder salir de las redes sociales a lo físicos para comercializar nuestros productos”, explica Cecilia.

“Kururu” significa sapo en guaraní puesto que este animal viven en su mundo mágico y natural, según explica Cecilia, y representa la filosofía que comparten las cuatro emprendedoras; por una parte se ve reflejado la naturaleza y el concepto ecológico, puesto todas trabajan con materiales naturales alejados del plástico, para genera consciencia mediante el juego de los niños, y por otra parte, “Kururu” proviene de una lengua originaria de Bolivia y alude a que todos los productos son elaborados por manos bolivianas.

El origen y la inspiración

El origen y la inspiración de “Kururu” y de las cuatro marcas que lo conforman, nace del rol de madres que cumplen las emprendedoras y su deseo de brindar una educación integral con múltiples beneficios para sus hijos mediante métodos como el de María Montessori, Reggio Emilia, o Waldorf, todos enfocados en una crianza más respetuosa e integral para los niños.

Por lo que lograron identificar una necesidad de juguetes más educativos hechos con materiales naturales y de producción nacional. En el caso de Brenda, cuenta que ella viene de una familia de costureras y con la maternidad desarrolló aún más esta habilidad para crear juguetes educativos y sensoriales para su pequeña y por el interés y la motivación de su entorno “Alouette” fue creciendo.

Cecilia, también halla la inspiración es su hija y las cosas que le causan curiosidad a su temprana edad de 5 años, por lo que sus diseños son elaborados para cumplir con sus necesidades de aprendizaje. Es así que estas cuatro madres hacen partícipes a sus niños en la creación de los productos, Cecilia los denomina sus “ingenieros de calidad”, puesto que los productos se crean a raíz de los intereses de los pequeños, para que después ellos puedan probarlos y calificarlos, posteriormente ofrecerlos en la tienda y más niños tengan la oportunidad de disfrutarlos.

Productos y servicios

Entre las cuatro marcas “Kururu” ofrece una gran variedad de productos de diferentes líneas; por una parte, la línea “Montessori” conformada por juguetes no estructurados, educativos y enfocados en el aprendizaje autónomo de los niños; por otra parte, cuentan con la línea de juguetes de madera sellados con aceites vegetales, libres de colorantes tóxicos, sus diseños están enfocados en una educación sensorial para los niños.

Ofrecen una línea de ropa y disfraces, cuyas prendas están fabricadas con materiales de algodón, lino y lana, para bebés de 0 meses hasta niños de 8 años; la línea de peluches de tela y tejidos a crochet, producidos con materiales naturales, también conforman parte de su catálogo.

Además de enfocarse en el juego y aprendizaje de los niños, “Kururu” le ha abierto las puertas a la cosmética natural; ofrecen cremas hidratantes y pasta dental orgánica para niños. “Al ver la necesidad de las mamás, hemos abarcado a otras marcas que tengan la misma ideología que ‘Kururu’ para poder comercializar los productos”, explica Brenda a tiempo de destacar que también cuentan con una colección de libros nacionales infantiles de la autora Verónica Linares, para hacer de la lectura un hábito en los niños.

En cuanto a los servicios que “Kururu” ofrece, la sala de juegos de la tienda se encuentra disponible para todos los padres, madres o tutores que deseen llevar a sus pequeños para pasar tiempo de calidad jugando y conozcan los productos de las cuatro marcas que ofrece “Kururu”. Por otra parte, realizan talleres para padres y madres sobre educación y salud infantil y también talleres de manualidades para los niños, todos impartidos por profesionales.

El camino de “Kururu”

Según las socias el camino de “Kururu”, rumbo a sus tres años de vida, ha sido un proceso de crecimiento constante para las cuatro emprendedoras, quienes trabajaron en equipo para consolidar a “Kururu” y a sus emprendimientos en el mercado paceño y boliviano.

Brenda considera que la clave de todo el proyecto que emprendieron juntas fue el designar tareas en las que cada una de las socias se especializara para poder afrontar todas las adversidades.

“Se han ido poniendo tareas específicas a cada una de las socias en las que eran buenas, y esto nos ha permitido no entrar en un conflicto de quién hace mejor qué, sino resaltar en el área en la que cada una era buena y así poder surfear (sobrellevar) a la pandemia, surfear a todas las épocas difíciles que se ha vivido en el país y así darnos cuenta que en grupo y con un orden es posible generar una pequeña empresa”, destaca Brenda.

Por su parte, Cecilia considera que la valentía de las cuatro mujeres ha sido un factor importante para construir “Kururu”; al haber surgido después de la cuarentena rígida establecida en el país, en medio de la incertidumbre de invertir o no en un negocio las cuatro socias tomar el riesgo y apostaron por la producción nacional y para brindarles a los niños de Bolivia una infancia más respetuosa y educativa.

El futuro y la visión de “Kururu”

De cara al futuro, las socias pretenden continuar creciendo cada una con sus emprendimientos propios, pero también crear y lanzar al mercado productos propios de “Kururu” en colaboración de las cuatro marcas, combinando técnicas y materiales de cada una.

“Cada una sigue creciendo, generando nuevos productos dentro de su marca, pero estamos trabajando en parte de un sueño, una proyección, que es crear productos Kururú”, expone Cecilia.

Así mismo, su visión es ampliar el espacio de juegos que tiene en la tienda donde los niños interactúan con los juguetes, para que más pequeños puedan ir a jugar con sus papás y se convierta en un ambiente familiar y de aprendizaje.

Las socias tienen claro que la infancia es una etapa que se debe disfrutar y en la que es importante explorar nuestros sentidos y aprender jugando de una forma más consciente con el planeta. “Nuestra intención es inspirar a la niñez a tener una infancia más libre, más ecológica y que con pequeñas acciones podamos hacer que el planeta respire un poco, porque además de comercializar nuestros productos, deseamos brindar una infancia más natural y consciente para todas las nuevas generaciones que existan”, destaca Brenda.

Finalmente, invitan a todos los padres y madres a apoyar la producción boliviana, puesto que se detrás de estos productos están artesanos y familias bolivianas que trabajan por el progreso del país y “Kururu” incentiva esta idea ya que todos sus productos y hasta sus empaques están hechos por manos bolivianas.

Si desea adquirir alguno de los productos de las marcas que conforman “Kururu” puede visitar la tienda ubicada en la ciudad de La Paz, en la calle Sánchez Bustamante esquina 10 de Calacoto, en el edificio Vitrubio torre C, piso 4, oficina 404. También puede realizar sus pedidos a nivel nacional, mediante su página web o las redes sociales de la tienda y de los cuatro emprendimientos.

Página web de “Kururu”: https://kururubo.kyte.site/?fbclid=IwAR2lD82qKbQLyrgJpvV0xpGrA-Km7kbwfA7Mh7fcA_ZdrjaW-K1dXaT3-JA

Facebook de “Kururu”: https://www.facebook.com/KururuBolivia

Instagram de “Kururu”: https://www.instagram.com/kururu.bolivia/

Tik Tok de “Kururu”: https://www.tiktok.com/@kururubolivia?_t=8cL79iuS3fi&_r=1

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