Milka Ponce cuenta cómo su pasión por el arte y el rol de mujeres fuertes en su familia forjaron su camino profesional.
Escribe: Daniela Cárdenas Marín
¿Quién es Milka Ponce?
Milka Ponce se presenta como mujer, madre, maestra y artista. Oriunda de la ciudad de Potosí, radica más de treinta años la ciudad de La Paz, donde ha logrado destacar en el ámbito artístico mientras ejerce su labor como docente y promotora cultural.
El arte la acompaña desde temprana edad, pues según su madre no había pared que se salvara de ser pintada; cualquier espacio era propicio para que la pequeña Milka plasmara sus primeras expresiones artísticas, las cuales se convirtieron en los cimientos de su futura carrera creativa.
Durante etapa escolar, uno de sus profesores notó el potencial de Milka y le recomendó inscribirse en el bachillerato artístico “Melchor Pérez Olguín”, en su ciudad natal. Siguiendo su consejo, a la temprana edad de 13 años, Milka se unió a esta institución. Ahí conoció a artistas destacados como Hipólito Taboada, Rubén Gómez y “El Pincelito” René Arrueta, quienes además de ser sus maestros, despertaron en ella el deseo de ser artista.
De esta manera, Milka completó su educación secundaria en el colegio Santa Rosa al mismo tiempo que culminó su formación en el bachillerato artístico, y llegó el momento de tomar una decisión sobre su carrera universitaria. Por una parte, ella anhelaba iniciar su camino como artista en la Universidad Autónoma Tomás Frías (UATF); sin embargo, confiesa que en su hogar no hallaba el respaldo para seguir esta dirección, por lo que decidió continuar su educación en la capital, en la Universidad Pedagógica Mariscal Sucre donde se formó como maestra y se especializó en artes plásticas.
Al finalizar su carrera, emprendió un viaje hacia la ciudad de La Paz. Ahí comenzó su trabajo como maestra en diferentes instituciones educativas y actualmente trabaja en la Academia Nacional de Bellas Artes y donde se desempeña como docente de pintura e imparte cursos modulares a niños, adolescentes y adultos.
“La docencia ha sido por la que yo he podido vivir y mantener a mi familia, y es algo que realmente me llena; ver a mis estudiantes que abrazan la carrera del arte, verlos ser profesionales y ganar premios, y poder colaborar un poquito con una semillita como lo hicieron mis profesores en su momento conmigo”, explica la artista.
Milka cuenta que viene de una familia dominada por mujeres, conformada por su abuela, su madre, sus tías y sus hermanas, y para ella el rol de la mujer siempre ha estado presente en su vida. Ha sido testigo de cómo su madre y su abuela han trabajo duro por muchos años para mantener a su familia y confiesa que esto ha influido en el compromiso que tiene con su trabajo, el arte y su hija.
“Warmi Nayra”
Además de su carrera en la docencia, Milka ha dedicado su tiempo a la gestión cultural. En 2014, fundó “Warmi Nayra”, un colectivo artístico que opera bajo el concepto de “ser mujer y hacer arte”. Este colectivo se enfoca en respaldar y promover el trabajo de otras mujeres artistas.
En 2018, llevaron a cabo un encuentro nacional que reunió a más de cien mujeres de diversas regiones del país, algunas con una larga trayectoria en el ámbito y otras emergentes. Posteriormente, organizaron encuentros similares en Cochabamba, Sucre y Tarija. Incluso durante la pandemia, lograron adaptarse y realizar el evento de manera virtual.
Milka, la artista
En su camino como artista, Milka ha creado una serie de obras originales, aplicando diversas técnicas artísticas convencionales como las acuarelas, acrílicos y óleos. Y recientemente, ha estado experimentando con el uso de materiales naturales en sus creaciones, pues considera fundamental tener una mente abierta y estar dispuesta a explorar nuevas formas de expresión en su campo. También se ha decantado por la técnica de la escultura de cerámica, y cuenta con piezas propias que espera poder dar a conocer al público más pronto que tarde.
“Me gustaría que mi producción sea mayor, pero entre ser docente y a veces hacer gestión, mis tiempos son un poco cortos y mi producción no es tan amplia como me gustaría”, confiesa la artista a tiempo de explicar que también requiere de un estado de ánimo equilibrado para poder plasmar lo que desea en sus lienzos.
Conceptos e inspiraciones
Las obras de Milka de caracterizan por abordar temáticas relacionadas a la mujer y la naturaleza, ambas plasmadas mediante el movimiento y los colores, para hacer un llamado a la conciencia de las personas sobre el cuidado del medio ambiente.
“En las obras mías siempre van a encontrar elementos de la flora, de la fauna y a la mujer en muchos casos en estado de gestación”, señala Milka. “Nosotros tenemos una identidad muy marcada y dentro de la cosmología andina, está la Pachamama que representa esa unión entre mujer y tierra, y es algo que me gusta remarcar en mi obra y rescatar algunos elementos andinos para poder fusionarlos con la mujer”, añade.Por otra parte, en sus pinturas también se puede apreciar retratos de niños y adolescentes, ya que a la artista le gusta representar las diferentes etapas por las que las personas pasan a lo largo de su vida.
Finalmente, en cada obra, la personalidad de Milka se ve reflejada, con los colores, figuras y elementos que lo conforman. “Algo característico que me habían comendado es que tengo mucho color y creo que eso es algo importante para mostrarme a mí, porque soy alegre, disfruto lo que la vida me va dando, agradezco por ello y creo que eso también se refleja en mi trabajo”, explica.La predilecta
Entre todas sus obras, Milka tiene una predilecta a la que le recuerda con cariño, su primera obra profesional. De título “Desde lo más profundo de mi ser”, refleja una mujer en la profundidad del mar entre las algas, “esperando a salir a la superficie y florecer”. “Justamente esa es la obra que me dio el pie para empezar, a la que yo le tengo mucho cariño porque fue el inicio de lo que yo tanto había ansiado y esperado, empezar a hacer arte”, explica.
Presentaciones de las obras
Milka ha tenido la oportunidad de presentar sus obras en ciudad e La Paz, en la Casa de la Cultura, en el Museo Tambo Quirquincho, en las galerías: Alternativa y CreArte. También ha estado presente en Cochabamba, en la galería Gildaro Antezana; en Santa Cruz, en la galería Manzana 1; en Tarija en la Casa Dorada y en Oruro en el espacio de la Asociación Boliviana de Artistas Plásticos (ABAP).
Irónicamente, la artista aún no ha expuesto sus creaciones en su ciudad natal. “Lo que me está faltando es Potosí. Soy potosina y no he tenido la oportunidad todavía de exponer en Potosí”, confiesa sonriendo.
Por otra parte, el arte conectó a Milka con personas de otros países que le brindaron la oportunidad de transcender las fronteras con su registro de obras. Ha expuesto en Perú en las ciudades de Lima y Cusco y en Chiapas – México. Además, menciona que parte de sus colecciones se encuentran en Japón y Estados Unidos. Asimismo, explica que las redes sociales también jugaron un papel importante para mostrar su trabajo a nivel internacional.
Planes futuros
Entre los planes personales de Milka en el ámbito artístico, está la idea de continuar creando obras propias para exponerlas en otras ciudades de Bolivia; por otra parte, comenta que para la gestión 2024 tiene contemplado viajar a México y Ecuador para estar presente con sus obras en más exposiciones.
En cuanto a la gestión cultural, “Warmi Narya” está organizando un encuentro internacional que reunirá a mujeres artistas bolivianas y de otros países para mostrar sus obrar durante el mes de octubre, en conmemoración al día de la mujer boliviana.
“Lo hacemos con mucha antelación porque la parte operativa lleva tiempo y donde sufrimos es en la parte económica; si bien las artistas pagan un monto de dinero para ser parte del evento, generalmente somos las del colectivo las que respaldamos los gastos. Es por eso que ahora hemos decidido tocar puertas y ver que nos puedan colaborar, porque nuestro sueño es tener un libro como registro de las obras de las artistas desde el siglo XX hasta la fecha”, cuenta Milka.
Un regalo a la vida de Milka
Milka enfatiza que el arte le ha regalado a su vida la oportunidad de entablar relaciones con personas de gran corazón, quienes le ha permitido explorar nuevos lugares y presentar su trabajo. Agradece profundamente el apoyo de las personas e instituciones que han trabajado con ella y utilizado sus obras en campañas, presentaciones y libros. “Lo que yo deseo con mis obras es que realmente puedan transcender en las personas y pueda ser un momento de reflexión. (..) Pienso que es muy importante que tu obra pueda ser una forma de sensibilizar a las personas”, señala.
Mensaje final
Finalizando su entrevista con BolviaNews, Milka reconoce haber sido bendecida con personas que le brindaron su confianza cuando aún era una artista emergente; sin embargo, confiesa que no fue un camino llano y cuenta una experiencia poco grata que le tocó vivir hace unos años, cuando una persona le dijo que ella no era artista.“A veces son los mismos varones quienes no apoyan. Alguien me decía: ‘tú no eres artista, tú no vas a crecer y además ya eres mayor’, esos son retos que te ponen y no puedo decir que todo ha sido llano o una alegría (…) pero al final todas esas cosas te fortalecen. Siempre he pensado que cuando alguien me cierra la puerta, se van a abrir diez más, cuando alguien me dice no, para mí es un sí porque me da la fuerza y energía para lograr lo que quiero, aunque las condiciones no sean favorables”, se despide.